Aunque el Alto Gobierno lo desmienta, existe un malestar generalizado en el mundo laboral...
El atraso en la contratación colectiva y el incumplimiento en cantidad de reivindicaciones sociales ha generado una olla en ebullición...
Produce mayor molestia observar al Gobierno desempeñarse de forma en extremo generosa con otros países, pero tremendamente arbitraria cuando se trata de los empleados venezolanos...
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En el Metro de Caracas hubo un acuerdo firmado y avalado luego de cuatro intensos meses de trabajo, aproximaciones sucesivas, altas y bajas, ahora en 2009 llegó una nueva administración y echó por tierra todo lo alcanzado...
En el sector salud, el maltrato al personal médico, paramédico y de enfermería es para coger palco...
Se les debe bonos, aumentos, ascensos y, para colmo son, en algunos casos, señalados y criminalizados...
En Venezolana de Televisión, hay atraso en la contratación colectiva de varios años y sin embargo les exigen trabajo hasta más no poder...
En las empresas básicas, Corporación Venezolana de Guayana, según Juan Gómez, máximo representante laboral, la gestión actual protagoniza un desastre financiero que tiene a esas empresas quebradas...
El sector de los trabajadores es el que está pagando los platos rotos, porque es entonces al que le desconocen todos sus derechos socioeconómicos previamente adquiridos...
En el marco de este panorama, la actitud gubernamental es de la intolerancia, de arrogancia, del señalamiento fácil ante cualquier representación gremial u obrera que se para firme a reclamar lo que es suyo...
Sobran informaciones que dan cuenta de amenazas, extorsiones, chantajes, cual estilo gangsteril, de los que son víctima voceros y demás representantes sindicales...
La relación con los trabajadores debe ser de respeto, porque lo contrario es inaceptable, como también lo es que el régimen pretenda ganar aplausos afuera a costa de los recursos públicos y puertas adentro nos pida apretarnos el cinturón...
Viernes, 6 de marzo de 2009 /8:47 AM
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