A veces, en la vida, se nos repiten las experiencias, malas experiencias, una y otra vez.
Dentro de esa espiral no deseada, incapaces de ver para qué la vida se ceba de nuevo con nosotros, simplemente vivimos los sentimientos que nos provoca, con quejas, pues el dolor no permite ir más allá.
A veces, es necesario que alguien, ajenos a nuestras vidas, nos indique, desde fuera de la espiral, que si los hechos se repiten es para que aprendamos algo.
Una y otra vez la vida da oportunidades de aprender y si no lo hacemos, te sitúa en la misma situación, la misma dolorosa experiencia, tantas veces como sea necesario.
Cuando por fin somos capaces de oir ese mensaje de "pero aún no has tenido bastante" es quizá cuando hemos podemos ver la finalidad de la situación y llevarnos a la determinación de cambiarla de la única forma posible: aprendiendo la lección pendiente.
De ello habla la película "Conversaciones con Dios" que, sin situarse en ninguna religión en concreto, sin hacer defensa ni crítica de ninguna, quiere acercarnos a la necesidad de "escuchar las finalidades de la vida, de las experiencias" que nos acontecen, para evolucionar como seres humanos.
Mar en Calma (C) 2008
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