14 consejos para vivir más relajadamente

 14 CONSEJOS PARA VIVIR MÁS RELAJADAMENTE

A veces la tensión y la negatividad llegan a ser tan de tal alcance que sentimos que no podemos más.

Podemos temporalmente, o no tan temporalmente, sentirnos enojados, tristes, presionados, apáticos y quemados y ser incapaces de hacer lo que hacíamos antes durante semanas, incluso durante meses.

Encontrar formas de rebajar la tensión negativa y el estrés llega a ser crucial para vivir una vida más feliz y significativa. Y esas formas de vivir una vida más relajada bien pueden ser las siguientes:

1. Dar prioridad, reorganizar y eliminar: con frecuencia llenamos nuestra vida con demasiadas actividades, demasiadas cosas que hacer y en las que pensar. Algunas de ellas no sabemos cómo llevarlas a cabo.

Pero pregúntate ¿Realmente tienes que hacer todas esas cosas? ¿Algunas de ellas la haces por hábito? ¿O las estás haciendo porque alguien piensa que son importantes? ¿O piensas que los amigos, los vecinos o la gente en general no te apreciaran si no las haces?

En tu vida personal o en el trabajo hay algunas cosas muy importantes que puedes hacer. Reflexiona sobre el valor y la necesidad de lo has hecho cada día. Averigua cuáles son las realmente importantes en tu vida. Reduce el tiempo y esfuerzo que dedicas a las que no son tan importantes y si es posible elimínalas. Entonces emplea el “nuevo tiempo libre” para hacer las que realmente son importantes.

2. Pon orden a tu entorno. Un ambiente perturbador puede alterar tus pensamientos y hacer difícil el relax o concentrarse. Tus pensamientos cambian y agradecen, por ejemplo, tener orden en tu escritorio. Menos desorden en tu mundo externo crea menos confusión en tu mente.

3. Anota tus actividades pendientes en la agenda. Anotar todo lo que tienes que hacer hace que dejes de preocuparte por si olvidas algo. Poner tus planes fuera de tu cabeza es un sistema para liberar tu memoria y permite que tu mente trabaje en otra materia en lugar de estar intentando retenerlo en tu agenda mental.

4. Llega siempre temprano: Este consejo es de sentido común. Simplemente, llegar siempre las reuniones y las citas 5-10 minutos temprano. Te evitarás el estrés que provoca saber que llegas tarde y que puede complicarse más si surgen imprevistos.

5. Encontrar alguien que te escuche y desahogarte. Si tienes problemas o malestares una gran manera de disminuir la energía negativa es hablar con alguien sobre ellos. Ellos no tienen porque tener una solución a tu problema. Lo importante es que hables de él y ser escuchado. Después que te has desahogado, relajarse el más fácil. Más adelante, puedes volver el favor.

6. Meditar.  Son excelentes las meditaciones dirigidas. Son fáciles de utilizar. Todo lo que tienes que hacer es tumbarte, cerrar tus ojos y relajarte. También puedes crear tus propias visualizaciones a tu gusto.

7. Mirar/leer tu telecomedia, película, libro o Website favorito.  La risa es hace ceder la tensión y te relaja durante algún tiempo.

8. Respirar.  Realiza ejercicios de respiración abdominal. Aportan claridad a la mente y una sensación de calma. Observa cómo respiras ¿el aire llena tus pulmones o llega también a tu vientre? Para relajarse debemos realizar una respiración diafragmática o abdominal que hinche nuestro vientre, al inhalar, como si de un balón se tratase. Exhala por la boca. Practícalo y comprobarás la calma que aporta.

9. Ejercicio.  Quizás el consejo más obvio de todos. El ejercicio no sólo disminuye la tensión sino que también, te proporciona más energía para manejar cualquier evento que pueda aparecer en tu vida.

10. Cuídate. Quizás el consejo que proporciona el impacto más grande en tu vida si lo aplicas. Trata de comer y dormir mejor. Abandona hábitos nocivos para tu organismo como fumar o beber en exceso. No solo te sentirás más relajado pues son excitantes sino que mejorarás en otros muchos aspectos.

11. Redefinir tus problemas.  ¿Son tus problemas realmente tan grandes como piensas que son? ¿O quizás los estás inflando hasta proporciones extremas en tu mente?  A veces solemos hacer montañas de granos de arena a base de darles excesivas vueltas a los problemas. Redefínelos y entonces perderán la extremada proporción que ha adquirido en tu mente, en comparación al problema real.

12. Encontrar la oportunidad oculta dentro del problema.  Solemos centramos, a veces, en la parte mala de ellos. Pero hay, casi siempre, un lado positivo también, o por lo menos una oportunidad dentro del problema. Quizás nos enseña a ser más pacientes, cómo vivir más frugalmente o llegar a ser más empáticos. Encontrar esta parte positiva del problema reduce el impacto emocional negativo y puedes incluso comenzar a ver la situación como una gran oportunidad para ti. Cuando haces frente a un problema pregúntate: ¿Cuál es la parte positiva? ¿Qué puedo aprender de esto? ¿Y qué oportunidad puedo encontrar dentro de este problema?

13. Entrégate a tus sensaciones. En vez de luchar contra tus emociones acéptalas. Se trata de decirnos “Sí, estoy enojado. Reconozco estarlo y lo acepto”. Las sensaciones negativas pierden rápidamente su energía y se debilitan. Un ejemplo práctico es cuando sientes una sensación negativa aceptarla. Intento no luchar contra ella o guardarla. Permítele estar ahí. Observa ese sentimiento en tu mente y tu cuerpo sin juzgarlo. Observa en qué parte de tu cuerpo lo ubicas.

14. Supera, o por lo menos reduce, tus miedos. No es tan fácil como los anteriores consejos y puede tomarte más tiempo, pero es importante hacerlo. Si reduces los miedos consigues derrumbar muros que estos han construido y comenzarás a sentir más libertad en esa área de tu vida. Ese sentimiento de la libertad, el conocimiento práctico que adquieres y saber que puedes disminuir tu miedo dramáticamente, que es posible y tú lo ha hecho puede comenzar a filtrarse en otras partes de tu vida. Y el poder hacer lo que deseas y el poder ser quién deseas ser y no ocultarte más detrás del miedo disminuye grandes cantidades de tensión y de negatividad, cambiando tu vida de una manera notable.

 

CONSEJOS FINALES

No es recomendable intentar llevar a la práctica los 14 consejos simultáneamente. Eso probablemente producirá más tensión.

En su lugar, elige una o dos de las sugerencias e inténtalas poner en práctica durante 30 días, diariamente. En ese periodo se harán un hábito en ti y después de un mes pueden hacerse automáticamente y con menos esfuerzo.

Algunas de las sugerencias más útiles pueden tener un impacto muy grande en tu vida. Son las número 1, 9, 10, 13 y 14.